Restaurante Boga: Vivo ejemplo de inclusión en la playa de Gandía

De origen incierto, posiblemente pre romano, del indoeuropeo puro “fuego” la Espurna, o también conocida purna, es la palabra que en valenciano se utiliza para definir la partícula inflamada que se desprende de un cuerpo en combustión.

Esta “chispa“, que según el diccionario sirve también para designar una porción muy pequeña de una cosa, una “pizca”, y lo que es todavía más asombroso, una persona muy viva de entendimiento, espabilada.

La Fundació Espurna reúne todos los significados de la palabra, todos menos el de cosa pequeña. Un proyecto con chispa, y sobe todo, con personas muy vivas de entendimiento y espabiladas, que desde hace más de 15 años luchan por la significación de las personas con discapacidad intelectual a través de la actividad, el ocio, el deporte, y también el empleo.

Boga, un restaurante muy diverso

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Boga es su ultimo reto, una palabra también muy valenciana, el material utilizado para las tradicionales “Cadires de Boga”…

y que han escogido para este tradicional y a la vez innovador restaurante en la playa de Gandía, llevado al 90 por ciento por personas con discapacidad intelectual, un ejemplo de restauración inclusiva, una aventura al servicio de las personas, y que visitamos este verano.

Ya en los años 90 crearon un Centro Especial de Empleo que en la actualidad da trabajo a más de 50 personas, y un Centro ocupacional que acoge actividades de ocio y tiempo libre y talleres de trencadís, cocina, músico terapia, creatividad, actividades manuales, etc.

Convencidos de que la autonomía de las personas con discapacidad es fundamental, la fundación ha puesto en marcha un centro de día y tres pisos tutelados, donde 14 personas viven con independencia pero acompañados, ofreciendo una alternativa de futuro a sus familias.

Katia, Carla y Rubén nos atendieron con toda la dedicación del mundo, y con la práctica real que les había ofrecido sus apenas 10 días que llevaban abiertos el día de nuestra visita.

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Por supuesto, lo más importante de un restaurante, además de la atención y el servicio, es la comida ¡y aquello estaba delicioso! Los platos de queso en aceite y boquerones, las almendras fritas, el pan tostadito con especias, y aquella paella perfecta. Comida 100% mediterránea.

Y para terminar, unas fuentes de fruta al estilo de los más puros dioses griegos cerraron la agradable comida, en la que los sabores se mezclaban con una sensación de poder, de que es posible, de que sí ellos pueden, todos somos capaces de cualquier cosa.

Un ejemplo a seguir, y una experiencia gastronómica sin duda recomendable en la Playa de Gandía.

http://www.bogarestaurante.es/

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